Terapias para “romper” su rutina, permiten a niños autistas alcanzar un desarrollo satisfactorio en la etapa adulta
Yamel Viloria/sumedico
México, D.F. 29 de julio de 2010
La meta final de la psiquiatría en torno a los niños autista es que alcancen la sobrevivencia en la edad adulta, afirmó a SUMEDICO el doctor Bernardo de la Cruz Atilano.
El jefe de Psiquiatría del Hospital Regional de Zona No. 29 del IMSS, explicó: “Es una situación dentro de la psiquiatría muy controvertida, es algo incierto, depende mucho de la severidad del autismo, pero también de las herramientas que les damos, el niño crece, entonces viven bajo ciertos rituales de comportamiento, siempre se levantan a la misma hora, en otra comienzan a tomar sus alimentos, y a los 10 minutos de acabar se lavan los dientes, su vida es una rutina”.
Pero para lograr que alcancen la posibilidad de desarrollar más lenguaje y adquieran la capacidad de trabajar, incluso de que ellos mismos se preparen sus alimentos, es necesario romper esta rutina, pero dentro de una terapia sumamente delicada, pues es posible enfrentar casos de crisis severas.
“Si de repente cambiamos esa rutina, cambiamos su cuarto, horario, entonces estos niños entran en crisis muy fuertes (…) Tenemos que individualizar cada caso, para encaminarlos a una adaptación a la interacción social, para que cuenten con autosuficiencia y calidad de vida, para esto nos apoyamos en la psicoterapia, en el aprendizaje, el manejo de estos nuevos patrones, rituales, conductas, también los apoyamos con fármacos para que el paciente esté relajado y pueda soportar los cambios”.
Modificar su rutina, es básico para que los autistas logren márgenes de independencia y autosuficiencia: “Nosotros en la vida aprendemos a través de los cambios, cada que cambiamos aprendemos algo nuevo y se conforma la experiencia, los pacientes autistas como no cambian sus conductas entonces no aprenden cosas nuevas, y el objetivo es que aprendan y tengan una calidad de vida emocionalmente mejor”.
Claro, insistió, las terapias deben de ser aplicadas por especialistas, pues “cuando les cambian su mundo, sí sufren, empieza a tener angustias y se suscitan conductas auto agresivas, excéntrica y raras”.
Explicó: “Cuando los pacientes están en tratamiento, primero establecemos ligeros cambios en la rutina, si la capacidad de adaptación es mínima, nos apoyamos en fármacos; una vez que ya saben manejar cambios, ya empezamos la rehabilitación social, empiezan a interactuar, viajar, para que puedan valerse por sí mismos”.
El especialista hizo hincapié en que para desarrollar esto, es fundamental el apoyo familiar, “el objetivo es que la población se sensibilice que en México tenemos la infraestructura y las herramientas médicas para atender a niños y adultos con autismo, dándoles la posibilidad de mayor desarrollo e integración social”, enfatizó Bernardo Cruz.
Y para esto, concluyó, se requiere también de romper los prejuicios que existen en torno a los problemas psiquiátricos, “los autistas tienen la misma oportunidad y derecho de tratamiento adecuado; creemos que en el autismo no hay esperanza, que no podemos mejorar las cosas, los familiares entran en apatía. Yo los invito a que acudan a una institución de salud mental para conocer la enfermedad, para que interactúen con ellos y tengan una calidad de vida mejor”.
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