Lo que hace a un cerebro inteligente no es la intensidad con que trabaja sino su eficiencia que está directamente relacionada con la práctica. Con dos cerebros trabajando a un tiempo en el mismo problema y observados con técnicas como la MEG (magneto electro encefalograma), el que resuelve antes el problema es el que que menos actividad muestra, el más eficiente. Las personas con coeficientes de inteligencia superiores suelen tener cerebros más eficientes.
La inteligencia se construye básicamente sobre tres procesos básicos: memoria, atención y lenguaje. Las áreas que se relacionan con cada una de estos procesos suelen ser más densas en neuronas en las personas que reconocemos como más inteligentes que en el resto. Esto parece importante desde el punto de vista de la educación de los niños para evitar confundir ciencia e ideología o consenso imperante en cada momento. MEMORIA, ATENCIÓN y LENGUAJE. ¿Entrena nuestro sistema educativo estos procesos básicos?¿los entrenaba mejor los antiguos planes educativos? Son preguntas pertienentes a la luz de lo que los neurobiólogos van descubriendo.
No existe un centro del cerebro donde resida eso que llamamos inteligencia, está distribuido y se puede conseguir más inteligencia por dos combinaciones diferentes: bien por más intesidad de procesamiento (sustancia gris) o bien por más velocidad de conexiones (sustancia blanca). Parece haber ligeras diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres predominando en los primeros la estrategia de la intensidad y en los segundos la de la velocidad pero ambos consiguen promedios de inteligencia similares y la única diferencia se da en los e*** de la campana de distribución de inteligencias.
Todas estas perlas las podeis encontrar desgranadas en este capítulo de Redes, con Eduardo Punset entrevistando al neurólogo Richard Haier y que se emitió el pasado día 22 de febrero. De nuevo gracias a Punset por tener estos magníficos programas.
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