Trinidad Caparrós (centro), junto a Adrián (izquierda) y Nacho.
Una causa de la incomunicación es que no saben para qué sirve la boca.
La técnica emplea 22 fotos de vocalizaciones y juegos.
«Mesa dolor saltar». Ésas fueron las primeras palabras de Adrián tras 17 años de casi completa incomunicación oral a causa de su autismo. La secuencia iba dirigida a su madre, la malagueña Trinidad Caparrós (46 años), que grabó el momento.
Los hijos gemelos de esta mujer tenían ocho años cuando ella comenzó a consultar investigaciones médicas sobre el síndrome. Era profesora, pero dejó las aulas para dedicarse a Adrián y Nacho. Con el paso de los años sus pesquisas le han llevado a concluir el Método Adryna (inspirado en el nombre de sus dos hijos, http://www.metodoadryna.com/).
"A veces también usa 'saltar' para decir que quiere hablar"
"Lo primero que Adrián me quiso decir es que había saltado de la mesa y que se había hecho daño. Ahora, a veces, también usa la palabra ‘saltar' para decir que quiere hablar", explica Caparrós.
Así es el método:
Tiene cuatro fases. Caparrós ha editado un libro (cuesta 18 euros) con las dos primeras (aprenden a diferenciar fonemas, repetirlos y decir algunas palabras).
El método consiste en 22 fotos con el gesto de la boca al producir sonidos y juegos para que los autistas los aprendan. Se basa en 60 referencias científicas y ha sido supervisado por profesionales.
Caparrós se centró en que las personas autistas se fijen en la boca tras conocer el caso de una mujer con una lesión cerebral en la amígdala (la misma parte deficiente en los autistas) que le impedía fijarse en los labios del interlocutor.
"Hay resultados interesantes en 6 meses, pero la familia debe ser constante», afirma. «Las fotos con gestos son muy explícitas y se practica de forma intensiva. Primero, sonidos; después, palabras".
Una causa de la incomunicación es que no saben para qué sirve la boca.
La técnica emplea 22 fotos de vocalizaciones y juegos.
«Mesa dolor saltar». Ésas fueron las primeras palabras de Adrián tras 17 años de casi completa incomunicación oral a causa de su autismo. La secuencia iba dirigida a su madre, la malagueña Trinidad Caparrós (46 años), que grabó el momento.
Los hijos gemelos de esta mujer tenían ocho años cuando ella comenzó a consultar investigaciones médicas sobre el síndrome. Era profesora, pero dejó las aulas para dedicarse a Adrián y Nacho. Con el paso de los años sus pesquisas le han llevado a concluir el Método Adryna (inspirado en el nombre de sus dos hijos, http://www.metodoadryna.com/).
"A veces también usa 'saltar' para decir que quiere hablar"
"Lo primero que Adrián me quiso decir es que había saltado de la mesa y que se había hecho daño. Ahora, a veces, también usa la palabra ‘saltar' para decir que quiere hablar", explica Caparrós.
"Las personas autistas tienen menos neuronas en la amígdala cerebral. No se fijan en la boca porque no se dan cuenta de que sirve para hablar, procesan el sonido una fracción de segundo más tarde y les cuesta captar las oscilaciones de la voz".
Así es el método:
Tiene cuatro fases. Caparrós ha editado un libro (cuesta 18 euros) con las dos primeras (aprenden a diferenciar fonemas, repetirlos y decir algunas palabras).
El método consiste en 22 fotos con el gesto de la boca al producir sonidos y juegos para que los autistas los aprendan. Se basa en 60 referencias científicas y ha sido supervisado por profesionales.
Caparrós se centró en que las personas autistas se fijen en la boca tras conocer el caso de una mujer con una lesión cerebral en la amígdala (la misma parte deficiente en los autistas) que le impedía fijarse en los labios del interlocutor.
"Hay resultados interesantes en 6 meses, pero la familia debe ser constante», afirma. «Las fotos con gestos son muy explícitas y se practica de forma intensiva. Primero, sonidos; después, palabras".
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