La vida de José Cruz dio un drástico giro a partir del 28 de noviembre de 2006, cuando sufrió un paro respiratorio como consecuencia de la esclerosis múltiple. El accidente le provocó daños en el cerebro, afectación en el bulbo cervical y las cuerdas bucales, además, lo puso súbitamente en una silla de ruedas. Pero eso no fue todo.
A raíz del progreso de su enfermedad, el creador de Real de Catorce vivió en carne propia la discriminación. Su pareja lo abandonó, sus músicos le retiraron el apoyo e incluso lo demandaron por “incumplimiento de contrato”, y, lo que pareciera peor, su voz quedó dañada de forma permanente.
--Lo dejó su pareja, su grupo, lo asaltó una grave enfermedad, ¿qué le motiva a levantarse todos los días?
-- Mi propia respiración. Una vez me preguntaron en una conferencia de prensa, si yo creía en Dios... Yo se que respiro, mientras respire estoy vivo.
-- ¿Sólo la respiración?
-- ¡Claro!, yo inhalo a Dios y exhalo a Dios.
Por Juan Pablo Proal
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