jueves, 3 de diciembre de 2009

AFECTA A FAMILIAS RARA ENFERMEDAD


Afecta a familias rara enfermedad
Un mal heredado desde hace 30 años, mantiene a cuatro integrantes sin poder escuchar, ver y hablar

Un lenguaje que sólo sus familiares pueden interpretar.

Es la congregación de Palo Verde, municipio de Nogales, Veracruz, en donde cuatro familias se esconden ante un mundo que les critica; el motivo, una rara enfermedad que heredan a sus hijos desde hace aproximadamente 30 años.

Esta, es la historia de Georgina, María Alicia, Benjamín y Porfiria, cuatro madres desesperadas que imploran una ayuda para sacar adelante a sus hijos.

Un cuarto de apenas 12 metros cuadrados, de camas elaboradas con tablas y almohadas fabricadas con bolsas de ropa, esconden a Elías, un joven de 27 años de edad que grita, se remueve entre la cama y balbucea al no poder hablar, menos oír y tampoco ver.

Un caso más de los que aquejan a sus hermanos Silvina, Isabel, Damián y Guillermo, así como otros de sus siete familiares.
El mal empezó a registrarse desde hace mucho tiempo, desgraciadamente mi esposo no tiene el dinero para atenderlos, algunas veces les hicimos análisis, pero ante lo caro que cuesta el tratamiento, preferimos abandonarlo, acotó su madre María Alicia.

“Ellos no oyen ni hablan, y de plano mi hijo Elías, no tiene entendimiento de nada, no puede caminar y se pasa todo el tiempo en la cama, no van a la escuela y sólo los Testigos de Jehová les enseñan algunas cosas a ellos”, comenta.

Mientras mete las manos en un remendado mandil, María Alicia expresa el dolor que le ha aquejado por años.

“Señor hay veces que ya no puedo, yo he cargado a mi hijo toda la vida, ahora el ya está grande y me duele la espalda porque pesa mucho”, añade.

Como si esto se tratara de opiniones, prosigue Benjamín, padre de otros dos niños enfermos; Miriam y Oswaldo, un sonriente niño que víctima de la sordera que padece, le agracian los movimientos que el fotógrafo hace para captar su fotografía.

“Parece que las autoridades nos han olvidado, nos sentimos tristes porque quisiéramos que dentro de su corazón sientan compasión por nosotros, Gobernador queremos que nos apoye por su cuenta”, comenta Benjamín al traducir parte del mensaje mímico lanzado por su hija.

Ellos a fin de acabar con el padecimiento, piden a la Secretaría de Salud les realice exámenes para investigar porqué los casos tan enumerados, porqué todos no escuchan, porque no saben hablar, porque viven tan familiarizados con esta enfermedad que ayer incluso los hizo llorar al platicarla.

Aquí la vida es cara y el trabajo es poco, no hay quien se interese por nosotros.

Noé Carrillo Molina /El Mundo de Córdoba
México 06 de septiembre, 2008

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